La obsidiana se considera una potente piedra de crecimiento personal y transformación. Como piedra negra se usa para la protección, la limpieza y la purificación. Representa la integración de la luz en el mundo terrenal, de manera consciente y dinámica.
Los pueblos del México de la antigüedad hacían espejos dándole brillo a la obsidiana, llamada iztli en náhuatl, la lengua azteca.
La obsidiana era asociada con la tierra y con el sacrificio y la guerra debido a que ambos los cuchillos de sacrificio y las armas llevaban hojas cortantes de obsidiana. El espejo de obsidiana, llamado tezcatl, era instrumento de magia negra usado sólo por los hechiceros. Contemplar sus profundidades humosas permitía viajes a otros tiempos y lugares, al mundo de los dioses y los antepasados.
